Conducir sin cinturón de seguridad

El cinturón es el elemento más importante para la seguridad pasiva porque es el único freno del cuerpo en caso de impacto, tanto para el conductor como para el resto de pasajeros, tanto en los asientos delanteros como traseros.

Fecha actualización: 30 noviembre 2022

Los beneficios del cinturón de seguridad son enormes: reduce de tres a uno la probabilidad de muerte en accidente de tráfico y alcanza su máxima eficacia en los vuelcos, donde reduce el riesgo de fallecimiento en un 77%. En 2020, 125 personas fallecidas en accidente de tráfico no lo usaban, el 26% del total. En cuanto a los heridos, 205 de las 1.438 personas que necesitaron ser hospitalizadas tras un siniestro vial (el 15%) también iban sin él.

El uso del cinturón en España es obligatorio desde 1975 para los asientos delanteros y desde 1992 para los traseros. No usarlo es una infracción grave penalizada con 200 € de multa y con la pérdida de 3 puntos en el carné si eres el conductor.

¿Cómo funciona el cinturón?

A pesar de lo que puede parecer, el cinturón no sirve para que los pasajeros no se muevan en caso de choque, sino para que amortigüen su deceleración. Se podría decir que, en cierto modo, el cinturón actúa como un paracaídas. Del mismo modo que el coche tiene estructuras deformables para perder su energía cinética en caso de impacto, los pasajeros disponen del cinturón de seguridad para perder la suya.

El cinturón está hecho para estirarse, pero no porque sus fibras sean elásticas, sino porque están tejidas para que pierda anchura y gane longitud con el fin de no causar lesiones graves al usuario.

Sin este dispositivo, por ejemplo, en un choque a 80 km/h contra un objeto rígido los ocupantes del coche se verían lanzados hacia delante con una fuerza 80 veces superior a su peso.

El cinturón no es un elemento aislado, sino que forma parte de un conjunto de seguridad con los otros sistemas principales de retención (airbags y reposacabezas) y estos últimos pueden no servir si no llevas abrochado el cinturón. 

Normas básicas a tener en cuenta para su uso

Cuando vayas en un vehículo, debes tener en cuenta algunas recomendaciones básicas e importantes en relación con el uso del cinturón de seguridad:

  • Ponerse el cinturón en las plazas traseras es tan importante como hacerlo en las delanteras.
  • Debes llevar el cinturón bien ceñido al cuerpo. Es por ello que no debes utilizar pinzas o ropa demasiado voluminosa. Las pinzas y las prendas muy gruesas restan eficacia al cinturón y facilitan que choques contra cualquier parte del vehículo.
  • No debes poner nada debajo del cinturón con el fin de ir más cómodo.
  • Evita poner cualquier tipo de toalla o funda en los asientos, ya que aumenta la probabilidad de que se produzca el efecto submarino.
  • Comprueba, una vez abrochado, que no esté enganchado o enrollado en alguna parte de su recorrido porque puede ser peligroso y además pierde eficacia.
  • Pasa la parte superior de la cinta por la clavícula, entre el cuello y el hombro; nunca por el cuello, porque podría causar lesiones graves en caso de accidente.
  • Coloca el asiento casi en ángulo recto, nunca demasiado inclinado, ya que esta posición favorece la aparición del efecto submarino o facilita que el cinturón produzca un estrangulamiento en caso de accidente.
  • Cambia el cinturón cuando sufras un golpe, porque el trenzado del mismo habrá perdido su eficacia e incluso puede haber roturas en los sistemas de anclaje.

Para que el cinturón de seguridad funcione como debe, en caso de accidente o de un frenazo inesperado, tiene que ir abrochado correctamente.

El cinturón de seguridad en embarazadas

El cinturón siempre es obligatorio en embarazadas, pero guardando ciertas precauciones: Hay que procurar que el cinturón no vaya sobre la zona del feto.

Antes la Ley las eximía de la obligación de llevar el cinturón bajo determinadas circunstancias pero se han encontrado evidencias que permiten afirmar que el riesgo de lesión y pérdida del feto por no llevar puesto el cinturón de seguridad es mayor que el riesgo de no llevarlo, por lo que ahora es obligatorio.

Además, si la embarazada es la que conduce, el peligro de ir sin cinturón es aún mayor. Sin cinturón, un pequeño choque puede hacer que el vientre golpee directamente contra el volante. Por ello siempre es recomendable su uso en cualquier fase del embarazo, utilizándolo de forma adecuada.

Principales errores a la hora de usar los cinturones

Colocar pinzas en los cinturones.

Si llevas una pinza (como hacen algunos usuarios) para que el cinturón no te apriete, cambian las condiciones y esto puede conllevar a un grave problema. La razón es sencilla: un coche pasa de ir a 50 km/h a detenerse en sólo siete décimas de segundo; pero el cinturón, por estar más holgado, hará que recorras una distancia mayor.

Cuanto antes se empiece a frenar tu cuerpo, menos posibilidades habrá de que llegues a estrellarte contra el volante, el salpicadero o los asientos delanteros. De esta forma, la pinza o ropa muy gruesa añadirá al cinturón unos centímetros de holgura que podrían resultar muy peligrosos en caso de accidente, porque podrías chocar con el volante o el salpicadero.

Poner toallas y otros complementos sobre el asiento: Efecto submarino.

El efecto submarino consiste en que el cuerpo, si no está bien sujeto por el cinturón, presiona el asiento hacia abajo y llega a deslizarse por debajo de la banda abdominal del cinturón de seguridad.

Para evitar el efecto submarino debes colocar bien el cinturón y sentarte correctamente, siendo aconsejable no añadir ningún complemento al asiento.

Imagina que vuelves de la playa con el bañador mojado y tienes que coger el coche. ¿Qué es lo primero que harás? Probablemente colocarías la toalla en el asiento para no mojarlo. Es lo que haces siempre y no ves ningún peligro en ello, pero con esa toalla estás facilitando que se produzca el efecto submarino.

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Esta situación es muy peligrosa por tres razones:

  • Deja que el cuerpo continúe su movimiento hacia adelante y, por ello, aumenta el riesgo de chocar contra el volante o el salpicadero.
  • Permite que el cinturón presione sobre una parte blanda del cuerpo (el abdomen), lo que puede ocasionar lesiones internas graves.
  • El deslizamiento del cuerpo puede hacer que te estrelles contra la parte baja del habitáculo sufriendo graves lesiones (sobre todo fracturas en las piernas)

Para evitar todo ello, además de evitar los mecanismos que eliminan o limitan la holgura del cinturón (pretensores), se hacen modificaciones en la estructura interior del asiento. La parte delantera de la banqueta forma una pequeña rampa, que hace más difícil que el cuerpo se desplace hacia adelante y hacia abajo.

Cuando, como en el ejemplo, colocas una toalla o cualquier complemento de los que venden para los asientos (como aislantes de bolas, riñoneras, almohadones...) estás aumentando la probabilidad de que se dé el efecto submarino, ya que estos elementos pueden hacer perder eficacia al cinturón y alteran la estructura del asiento y su capacidad de retención.

 

No abrochar los cinturones traseros

Existió la falsa creencia de que no es necesario llevar el cinturón en los asientos traseros. Sin embargo, los pasajeros de detrás van exactamente a la misma velocidad que los de delante y están sometidos a la misma deceleración si el coche choca o se detiene bruscamente.

Es cierto que frente a los pasajeros traseros no hay masas rígidas (como el volante o el salpicadero), pero los asientos delanteros contra los que chocan no son una estructura deformable que pueda absorber la energía del impacto.

Sin cinturón de seguridad, a 80 km/h los pasajeros de atrás no tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados contra los de delante con una fuerza equivalente al golpe de una bola de 1.200 kg a 10 km/h, lo que podría matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros.

Falsos mitos para no utilizar el cinturón de seguridad

Llevo un coche con muchos sistemas de seguridad

El resto de los mecanismos de seguridad son complementarios. Actualmente no hay ningún sistema de seguridad capaz de sustituir ni de tener más eficacia que el cinturón de seguridad.

No me hace falta, no voy a tener accidentes

Nadie puede garantizar que no vayas a sufrir un accidente, por tu causa o por la imprudencia de otro. Esa falsa seguridad suele ser precisamente un pronóstico para sufrir un siniestro

Conozco gente que se ha salvado por lo llevarlo

Según un estudio realizado en EEUU, sólo en un accidente de cada millón, llevar puesto el cinturón puede ser negativo, por lo que esta circunstancia es muy improbable.

En ciudad o a poca velocidad el cinturón no es necesario

A tan solo 40 km/h un golpe frontal puede ser mortal porque la cabeza impacta contra la luneta delantera. A 50 km/h una persona de 70 kg se precipita hacia delante con un peso de más de 3,000 kilos.

El cinturón no sirve para nada

Según la ONS no se ha descubierto un sistema más eficaz que el cinturón, ya que reduce la posibilidad de muerte en más de un 60%.

En recorridos cortos no hace falta

Las estadísticas nos dicen que es precisamente en estos recorridos donde se producen la mayor parte de los accidentes.

Los cinturones de detrás no son útiles

Una persona que vaya detrás sin cinturón puede salir despedida con tal fuerza que puede matar a los ocupantes de los asientos delanteros.

Mucha gente se salva porque salió despedida del coche

Si no llevas el cinturón y sales despedido del vehículo, a probabilidad de sufrir lesión medular grave se incrementa en un 1.300% y la posibilidad de muerte en un 300%.

El cinturón me resulta incómodo

No hay mayor incomodidad que perder la vida. En todo caso, coloca bien el cinturón para eliminar sus posibles incomodidades.

Documentación adjunta

  • El cinturón de seguridad y sistemas de retención infantil ( pdf   2,35 MB )