También existe una gran diversidad en el nivel de pérdida de funcionalidad de cada uno de los sentidos, lo que influirá de manera importante en su nivel de dependencia. Aunque la sordoceguera es una discapacidad que se refiere únicamente al deterioro de la vista y del oído, en algunos casos, las personas con sordoceguera tienen asociadas otras dificultades de tipo cognitivo, motórico o de otros tipos. Una parte importante de las personas con sordoceguera son personas mayores, en muchos casos sin diagnosticar, ya que suelen estar diagnosticadas por una de las dos discapacidades mientras la segunda se fue desarrollando con posterioridad.
mientras que cuando se habla de discapacidad se debe resaltar la importancia de los aspectos sociales de la situación sobre los puramente médicos.
Cuando se habla de discapacidad se quiere poner en evidencia la necesidad de acomodar los recursos para que las personas que la padecen puedan acceder a los derechos que les corresponden como miembros de una comunidad.
Es importante hacer consciente a la sociedad de la importancia de hacer accesibles los recursos para el mayor número de personas posibles, incorporando rampas que permiten subir a todo el mundo frente a escaleras que limitan el acceso, colocando indicadores visuales, sonoros e incluso táctiles para poder ser percibidos por el mayor número de personas, etc.
La lengua de signos apoyada en las manos, igual que la lengua de signos, es un forma de comunicación no alfabética, es decir que tiene un signo para representar cada objeto o idea y no consiste en deletrear cada palabra. La lengua de signos apoyada requiere una adaptación de la lengua de signos, para que las características visuales de esta lengua, puedan ser percibidas en la medida de lo posible, por medio del tacto.
Para comunicarse, la persona con sordoceguera se coloca frente a la persona con la que se va a comunicar y apoya sus manos en las de ella, para identificar la configuración de los signos y percibir la orientación y el movimiento de las manos. Otros métodos de comunicación empleados por las personas con sordoceguera son, por ejemplo, el dactilológico en palma, el Braille o el Bimodal, entre otros.
Los técnicos superiores en mediación comunicativa promueven la autonomía de las personas con sordoceguera en la realización de gestiones básicas, facilitandoles la comunicación con su entorno. También posibilitan la comunicación entre personas con sordoceguera que sean usuarias de la lengua de signos y las oyentes, y realizan el acompañamiento a las personas con sordoceguera, aplicando técnicas de guía-vidente y adaptando la forma comunicativa a la situación. En la actualidad además de las personas con esta titulación, también trabajan con personas con sordoceguera los guías, intérpretes de lengua de signos y otras titulaciones con formación específica relacionada con esta actividad profesional.
graves limitaciones para la adquisición del lenguaje y su nivel de dependencia es muy alto por sus dificultades para la realización de actividades de la vida diaria.
En las que se manifiesta posteriormente constituyen también un colectivo muy diverso, que varían en función de múltiples circunstancias, y sus dificultades para la vida diaria dependerán de la edad de la aparición, de si se poseen restos visuales y auditivos, de si hay aparejada alguna otra problemática médica o de otro tipo, etc.
Con el apoyo de Anne Sullivan, Helen Keller realizó la educación secundaria y posteriormente estudios universitarios. Fue una conferenciante que recorrió gran parte del mundo defendiendo los derechos de las personas con discapacidad y difundiendo sus ideas socialistas y pacifistas.
No es la única persona con sordoceguera que realizó estudios pero si fue la más conocida, tanto que su vida se llevó al teatro y al cine.
Después de acompañarla durante buena parte de su vida, en 1936 moría Anne Sullivan y en 1968 moría Helen Keller.