Andando a la escuela

Guía didáctica

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Cómo son los menores de 6 años

Para realizar esta propuesta vamos a analizar en primer lugar cuáles son las principales características de estos niños. En general, cuando cumplen 3 años tienen una autonomía que les permite desplazarse y actuar con relativa seguridad e independencia en los espacios conocidos y durante los 3 años siguientes podrán hacerlo también en otros espacios menos habituales. Por este motivo, desde los centros educativos se programan rutinas que permiten adquirir un conocimiento de los espacios, realizar actividades que impliquen movimiento y que les permitan a los niños afianzar los mecanismos del desplazamiento. Estas rutinas, de manera mucho más informal, también se podrán realizar y reforzar con el apoyo de la familia. Caminar de la mano de una persona adulta a la escuela es una actividad fundamental para desarrollar todas estas posibilidades motrices.

Como son los menores de 6 años

La necesidad de autonomía que tienen en estas edades precisa del establecimiento de espacios y de tiempos propios para construirla. Por lo tanto será necesario combinar los espacios en los que se les da libertad, con la creación de entornos seguros que les permitan ir creando su propia identidad individual.

Entre los 3 y los 6 años ya está claramente superado el pensamiento sensorio motriz, que anteriormente limitaba el trabajo intelectual que podían realizar sólo a los objetos y situaciones que tenían presentes. Ahora, debido fundamentalmente al gran desarrollo del lenguaje, se construye un pensamiento simbólico, que va a permitir identificar símbolos, como los utilizados en la señalización vial, y resolver problemas anticipando las consecuencias que pueden tener actos, como correr por la acera, cruzar una calle, etc.

En todo este proceso, el lenguaje va a ser una herramienta fundamental, al permitir organizar las acciones, planificándolas antes de realizarlas. En esta edad también mejora de manera considerable la capacidad de atención y la memoria, lo que le permitirá conocer normas y recordarlas.

A pesar de todo lo que se ha señalado, este pensamiento simbólico tiene importantes limitaciones que impedirán realizar operaciones mentales de manera más elaborada, por lo que se habla, en este momento, de una inteligencia preoperatoria. Son dos las características que limitan fundamentalmente la inteligencia preoperatoria: el egocentrismo y la irreversibilidad.

El egocentrismo infantil

El egocentrismo infantil consiste en que los niños en estas edades consideran que todas las personas entienden el mundo del mismo modo que ellos y de manera extrema consideran, incluso, que los objetos sienten del mismo modo que ellos, es lo que se denomina animismo. Esta característica de su pensamiento implica una gran dificultad para entender determinados peligros que pueden existir en los desplazamientos por las vías. A pesar de este egocentrismo en la manera de entender el mundo que los rodea, hay en este momento un interés creciente por las relaciones sociales, tanto con las personas adultas como con las de su misma edad.

La irreversibilidad

La irreversibilidad es otra de las limitaciones que tiene el pensamiento preoperatorio y supone una incapacidad para realizar la transformación mental que permita devolver a su estado inicial una situación que ha sido transformada. Por ejemplo, el hecho de identificar el camino de casa a la escuela no implica que pueda identificar el camino de la escuela a su casa.

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