El cuento de Lúa
Los cuentos en estas edades son un elemento fundamental para cualquier proceso educativo. Por este motivo es difícil imaginar una actividad dirigida a menores de 6 años que no incorpore un cuento. Los cuentos permiten transmitir conocimientos complejos de manera sencilla y amena.
En el cuento de Lúa se habla de normas de circulación, de la contaminación de los coches, de los roles que pueden desempeñar las personas, de la importancia de los pequeños comercios y de otras muchas cuestiones que sería complicado introducir de otra manera en la educación de los niños tan pequeños.
Pero los cuentos, además, propician la lectura compartida y, a diferencia de la televisión, precisan de un momento de intimidad en la familia para que la persona adulta olvide sus preocupaciones diarias y comparta con el menor un tiempo dedicado únicamente a esa actividad. En el cuento, esta complicidad entre el niño y el adulto va a permitir juegos de adivinar qué es lo que aparecerá en la pantalla siguiente, permitirá señalar y preguntar el nombre de los personajes, animará a divertirse con las rimas y, por supuesto, permitirá que se lea una y otra vez.
Los cuentos dirigidos a niños de estas edades deben tener una trama sencilla, como sucede con el cuento, que describe el camino entre la casa de la protagonista y la escuela. Además, el texto está rimado, porque la rima tiene un gran atractivo para la infancia y se considera un juego con las palabras, una manera de relacionar palabras solamente por el sonido similar que producen al ser pronunciadas, pero que no tienen ninguna relación entre sí. Las rimas permiten realizar también otros juegos, como el de buscar otras palabras que pueden rimar con las que aparecen en el cuento. Además la rima favorece la memorización que es una capacidad que, como ya se señaló, se desarrolla significativamente en este momento.
Los cuentos son un recurso que permite reflexionar sobre la realidad, en este caso, la historia del cuento, permitirá ser recordada cuando se realice el camino a la escuela y al mismo tiempo permitirá recordar el camino realizado mientras se realiza la lectura del cuento.
Asimismo, las ilustraciones de los cuentos son tan importantes como la propia historia que se narra, en este caso están realizadas con personajes de plastilina sobre decorados de cartón. Estos son recursos que podemos tener fácilmente, tanto en casa como en la escuela y que pueden servir de elemento motivador para realizar conjuntamente con los pequeños otras historias con la misma técnica.
En la versión digital del cuento se podrán descubrir animaciones que están ocultas en los elementos de la ilustración. Al pasar el puntero sobre alguno de los elementos interactivos aparecerá un halo que indicará que en ese elemento hay alguna interacción. Pulsando sobre ese elemento se ejecutará la interacción, que podrá ser un movimiento, un sonido o algún otro efecto. Esto obligará a prestar atención a las pantallas que van apareciendo, permitiendo diferentes niveles de lectura y creando tramas diversas en la narración.
