Cada vez se reconoce más la necesidad de crear ciudades atractivas. Las ciudades atractivas son lugares agradables para vivir, hacen feliz a la gente y contribuyen a la calidad de vida, la salud, el medio ambiente y la economía. Al mismo tiempo, el atractivo es "bastante" subjetivo: lo que algunas personas perciben como atractivo es percibido como poco atractivo por otras.
Sin embargo, hay algunos hallazgos generales. Los espacios públicos verdes, abiertos y bien mantenidos se perciben como atractivos. Lo que se percibe como poco atractivo son las ciudades congestionadas y los vehículos motorizados que emiten ruidos y humos, creando condiciones de tráfico estresantes.