Antes y durante el desplazamiento siempre deberemos tener presentes una serie de precauciones que nos hagan el viaje más agradable y seguro sea cual sea el medio de transporte elegido.
Cómo planificar un viaje seguro por carretera

Contenidos de esta página
Preparación de un viaje
Antes de desplazarnos en un vehículo deberemos tener presentes una serie de precauciones a la hora de preparar nuestro viaje para que sea lo más agradable y seguro posible. A continuación veremos aquellos aspectos generales de seguridad vial que deberemos tener en cuenta antes de empezar nuestro viaje:
- Estado del vehículo.
- Estado psicofísico del conductor.
- Elección del itinerario.
- Elección de los días y horas.
- Instalación y confort de los ocupantes.
- La carga y su colocación.
Viajar en nuestro vehículo puede suponer muchas horas al volante. Por lo tanto, debemos preparar minuciosamente el viaje, prestando especial interés a:
Estado del vehículo
El estado del vehículo es fundamental para nuestra propia seguridad y la de los demás usuarios. La revisión de los puntos vitales del vehículo debe hacerse con suficiente anticipación para poder comprobar los posibles fallos antes de iniciar el viaje.

Batería
Si la batería precisa mantenimiento, comprobaremos el nivel del líquido de los vasos, rellenándolo, si es necesario, con agua destilada.Debe estar siempre limpia y seca. Los bornes y empalmes deben limpiarse y untarse con grasa antiácido.

Ruedas y neumáticos
La rueda está compuesta por la llanta y el neumático. La llanta es la parte metálica y el neumático la parte elástica.No olvides que el neumático soporta la carga del vehículo y asegura la transmisión de la fuerza del motor y del frenado. Además, mantiene la trayectoria del vehículo y participa en la suspensión. Debido a que es el único elemento de contacto, es muy importante su mantenimiento.
El neumático no debe presentar deformaciones, cortes ni roturas. Se comprobará periódicamente la presión de inflado de todas las ruedas, incluida la de repuesto. Esta comprobación se hará con los neumáticos fríos.
Cuando por desgaste u otras causas debamos cambiar algún neumático, el nuevo será no sólo del mismo tipo que el resto, sino también del mismo tamaño y dibujo. Si notas vibraciones en el volante, debes llevar el vehículo a un taller para realizar el equilibrado y alineación de las ruedas.

Lavaparabrisas y limpiaparabrisas
Tener una buena visibilidad es fundamental para nuestra seguridad por lo tanto debemos mantener siempre limpios los cristales de nuestro vehículo.Aunque los limpiaparabrisas sean eficaces, no llegan a todo el cristal y debido a la contaminación y suciedad general, puede tener grasas u otros productos de difícil limpieza, por lo tanto hay que limpiar periódicamente todo el cristal con algún producto limpiador.
Se debe comprobar:
- El nivel de agua del depósito. Si está bajo podrá rellenarse, añadiendo unas gotas de detergente para mejorar la limpieza. Nunca debemos utilizar el limpiaparabrisas con el cristal seco ya que podría rayarse y un cristal rayado aumentaría el deslumbramiento durante la noche.
- Si los surtidores de salida del agua están bien orientados o están obstruidos. El chorro de agua debe llegar hasta el punto más alto de barrido del limpia ya que de otra manera sería ineficaz.
- El estado de las gomas del limpiaparabrisas, comprobando la calidad del barrido.

Frenos
Los frenos es un órgano importantísimo de los vehículos ya que permite detenernos cuando sea necesario, reducir la velocidad o dejarlo inmovilizado, por ello es necesario mantener en buen estado de funcionamiento.Se comprobará el nivel del líquido de freno, que debe permanecer siempre igual. El sistema de freno lleva un líquido en un pequeño depósito bajo el capó. Este depósito tiene dos rayas que indican el máximo y mínimo nivel. El líquido tiene que estar siempre en el mismo nivel. Si ha perdido líquido deberemos llevarlo a un taller especializado ya que lo más probable es que tenga una fuga y el problema no se soluciona añadiendo más líquido.
Si vamos conduciendo y nos damos cuenta de que el pedal del freno se hunde más de lo normal, casi hasta el fondo, deberemos comprobar en ese momento el nivel del líquido ya que puede ser porque lo está perdiendo.
Si el nivel de líquido es correcto sin embargo, seguimos notando que no frena bien, puede ser debido a que las zapatas o pastillas están desgastadas. Debo llevar el coche al taller ya que si se sigue frenando así, no sólo estaremos poniendo en peligro nuestra seguridad sino que podemos ocasionar una grave avería. Los vehículos modernos suelen llevar un indicador que informa del estado de la zapata o las pastillas.
En otras ocasiones pueden fallar los frenos y no deberse a una avería mecánica, sino a otra circunstancia, por ejemplo:
- Se pueden haber mojado en exceso y por lo tanto perder en eficacia. En este caso deberemos pisar el freno de forma suave y repetida para que el calor del roce de la pastilla evapore el agua acumulada.
- Se han calentado en exceso. El roce continuado de las pastillas contra el disco, por ejemplo bajando un puerto, puede producir un excesivo calentamiento que el freno deje prácticamente de frenar. Para evitarlo no debemos abusar del freno y utilizar una marcha más baja para que el motor actúe de freno. No obstante si esto ocurriese, la única solución es detener el vehículo tan pronto se pueda, para que el freno se enfríe.

Aceite y engrase
El aceite sirve para reducir al mínimo el rozamiento de unas piezas con otras del motor para evitar una elevación de la temperatura y un desgaste prematuro de estas piezas. El aceite forma una fina película que evita que las piezas rocen entre ellas. Por esto, es muy importante que el motor este perfectamente lubricado.Para ello tendremos que hacer las siguientes revisiones:
- Cambiar el filtro de aceite siguiendo las instrucciones del manual de mantenimiento de nuestro vehículo (esta operación es un poco complicada y si no eres muy experto es mejor que la realices en un taller especializado).
- Comprobar periódicamente el nivel de aceite mediante la varilla situada en el motor. Esta medición debe hacerse en frío y con el motor en posición horizontal. El nivel debe estar entre el máximo y el mínimo que marca la varilla. Nuestro vehículo dispone, en el tablero de instrumentos, de un indicador que nos informa del nivel de aceite.

Sistema de Refrigeración
En el interior del motor se pueden alcanzar temperaturas de 2000 grados, temperatura que puede producir la fusión de las piezas del motor y, por consiguiente, el gripaje entre las piezas. Para evitarlo el motor cuenta con un sistema de refrigeración que puede ser de dos tipos: por aire y por líquido. Las operaciones de mantenimiento serán:- Comprobar que el nivel del líquido refrigerante en el vaso de expansión esté entre el máximo y el mínimo. Periódicamente es necesario sustituir todo el líquido del circuito, ya que este puede perder sus propiedades. Esta última operación suele hacerse en un taller especializado.
- Revisar el estado general del circuito: correa, manguitos, abrazaderas, radiador, etc.
Otros aspectos de la preparación de un viaje
Estado del conductor
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Elegir el itinerario y los días y horas de salida
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Instalación y confort de los viajeros
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Transporte de cargas, equipaje y animales
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Consejos durante el desarrollo del viaje
Antes de desplazarnos en un vehículo deberemos tener presentes una serie de precauciones que nos hagan el viaje más agradable y seguro. A continuación veremos aquellos aspectos generales de seguridad vial que deberemos tener en cuenta durante el desarrollo del viaje:
- Comportamiento en la conducción.
- Comportamiento de los pasajeros.
- Paradas, descansos y comidas.
- Accidentes y emergencias.
Comportamiento en la conducción
Vamos a repasar algunos consejos generales que harán que nuestro viaje sea feliz y, lo que es más importante, que lleguemos a nuestro destino:
- Circular por la derecha respetando los límites de velocidad.
- Mantener la distancia de seguridad correcta, tanto lateral como frontal.
- Descansar cada dos horas y tantas veces como sea neceario
- Circular cumpliendo las normas y señales de tráfico por convencimiento, no por temor o miedo a la multa.
- Conducir de forma segura, sin ocasionar perjuicios ni molestias a los demás usuarios, siendo respetuosos y solidarios con los demás.
- Llevar una conducción tranquila, sin forzar al máximo nuestro vehículo. No debemos olvidar que el vehículo es una máquina que por desgaste puede no respondernos cuando sea necesario.
- Adelantar correctamente y solo si es necesario, por ejemplo, no adelantar si vas a detenerte unos metros más adelante.
- Respetar la prioridad de paso.
- Prestar la máxima atención a las indicaciones de los agentes y no olvidar que están para ayudarnos y auxiliarnos. Deberemos estableces con ellos una relación de respeto, confianza y corresponsabilidad en el tráfico y nunca de temor o resentimiento.
- Nos comunicaremos con los demás usuarios según lo establecido por las normas (con los indicadores luminosos, claxon…) y solo cuando sea necesario para la buena marcha de la circulación. Toda comunicación con malos gestos o modos, o a base de insultos o improperios no hace más que enrarecer el buen clima necesario para una buena seguridad vial.
Comportamiento de los pasajeros

La subida y la bajada a los vehículos la harán los pasajeros, preferentemente, por el lado de la acera o el más cercano al borde de la vía, no abriendo las puertas hasta que el vehículo este totalmente detenido. Lo harán con cuidado de no molestar a los peatones que circulen por la acera.
Si se tratase de niños pequeños, el adulto les abrirá la puerta para que suban, cerrará la misma y se preocupará de que el seguro esté echado. En la bajada el adulto le abrirá la puerta desde el exterior y ayudará al niño a salir.
El pasajero debe viajar correctamente sentado en su asiento sin hacer nada que moleste o distraiga al conductor, permitiéndole tener, en todo momento, un correcto campo de visión. Evitará apoyarse en las puertas, no sacar ninguna parte del cuerpo por la ventanilla y no arrojará ningún objeto a la vía pública. No montar más personas que las autorizadas para el vehículo. En todo momento, llevar puesto el cinturón de seguridad.
Paradas, descansos y comidas

Una conducción continuada puede producir cansancio y fatiga, y la monotonía, produce falta de atención y aburrimiento. La falta de movimiento dificulta la circulación de la sangre y puede aparecer dolor de cuello o de espalda. Por todo ello es necesario:
- Conducir de forma relajada. Esto no quiere decir que lo hagamos de forma distraída, pero la excesiva tensión y los nervios producen más fatiga y por lo tanto más inseguridad.
- Descansar cada dos horas o aproximadamente cada 200 o 300 kilómetros recorridos para estirar las piernas, relajarse, dar un pequeño paseo, refrescarte la cara con agua fresca, etc.
- Las comidas han de ser ligeras y de fácil digestión. Las comidas muy abundantes producen amodorramiento y somnolencia. Nunca debes acompañarlas de bebidas alcohólicas, excitantes o gaseosas.
- Fuera de las comidas, tampoco tomaremos bebidas alcohólicas, aunque nos parezca que una copa nos ayuda a estar más espabilados, porque sus efectos son siempre negativos para la conducción.
Accidentes y emergencias

Todos los conductores y usuarios de las vías que se vean implicados en un accidente de tráfico, lo presencien o tengan conocimiento de él, están obligados a auxiliar a las víctimas o pedir ayuda a los servicios médicos.
Por lo tanto deberemos detenernos de forma segura para evitar un nuevo peligro para la circulación y después de hacernos una idea de conjunto, comenzar a actuar en orden de preferencia según las circunstancias, siguiendo las indicaciones de qué hacer ante un accidente de tráfico.
Si la ayuda ya está organizada, continuaremos nuestro viaje sin detenernos pero con prudencia. No disminuir la velocidad para curiosear, solo conseguiremos distraernos y por lo tanto producir otro accidente.
Documentación relacionada
-
Los pasajeros en vehículo particular. La preparación de un viaje. ( pdf 2,59 MB )
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