La coordinación y colaboración mutua resultan imprescindibles para la consecución de objetivos comunes de forma rápida y lo más eficiente posible; por ello, es importante seguir perseverando en el diseño y ejecución de medidas, sobre todo en aquellas que hayan demostrado previamente su efectividad, y alinear a todos los actores (ciudadanía, empresas, administración…) que intervienen en este fenómeno, para trabajar de forma sincronizada y sinérgica.
La realización y puesta en marcha de planes y estrategias, donde se definen líneas de actuación y compromisos es la mejor forma de trabajar conjuntamente teniendo en cuenta el carácter transversal mencionado anteriormente. La elaboración y ejecución de planes de seguridad permite realizar un seguimiento y una evaluación que traducen los aspectos teóricos del plan en una mejora continua de la seguridad vial, reflejo de la propuesta planteada.
La divulgación de buenas prácticas es un magnífico ejercicio de transparencia que permite el traslado de conocimiento y experiencia de unos ámbitos a otros escenarios por desarrollar.