Conocer las iniciativas que se proponen desde todos los sectores implicados puede ayudar a aplicar medidas que acerquen a los vehículos de dos ruedas al objetivo de reducir a la mitad las muertes en carretera de cara a 2030. El reto es situar a la motocicleta en el centro del sistema seguro de la seguridad vial, como se concluyó en la I Conferencia Internacional sobre Seguridad Vial de la Moto, promovida por ANESDOR (Asociación Nacional de las Empresas del Sector de las Dos Ruedas) y la DGT, y organizada por Mobility City.
Este enfoque aboga por que la moto sea una de las prioridades tanto de las políticas de movilidad, como de los avances tecnológicos en la fabricación de vehículos, el diseño y construcción de infraestructuras, la planificación de la respuesta eficiente tras un siniestro, la formación y las campañas de concienciación e información para obtener conductores seguros.
Y en esta dirección se han ido adoptando iniciativas políticas que van desde el ámbito más global al más concreto: desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Unión Europea, a la Comunidad de Madrid o al municipio de Barcelona.