Cuando llueve, el riesgo de sufrir un accidente aumenta hasta un 70% según varios estudios.
Con el asfalto mojado, la adherencia de los neumáticos es menor y necesitamos más metros para detener nuestro vehículo.
Así, cuando llueva mientras conduce, use el alumbrado de cruce, aumente la velocidad del limpiaparabrisas en los adelantamientos, amplíe la distancia de seguridad y encienda la calefacción para evitar que los cristales se empañen.
Además, antes de empezar a circular, asegúrese que sus neumáticos están en buen estado comprobando el desgaste de las ranuras principales de la banda de rodadura.
Y se entra en aquaplanin -los neumáticos no pueden desalojar el agua del firme por desgaste, baja presión o velocidad excesiva-, sujete el volante con fuerza, no frene a fondo y cuando note que recupera la adherencia, corrija la trayectoria suavemente.
Y si quiere, también se lo mostramos en una infografía animada.