Políticas internacionales de seguridad vial relevantes para el 2021-2030

Documento que pretende identificar las estrategias o planes relacionados con la seguridad vial para el próximo decenio 2021-2030, tanto por parte de otros países como por diferentes organismos supranacionales, que pueden aportar información de interés para el desarrollo de la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030.

Fecha actualización: 10 febrero 2022

Autor: Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT
Tipo de estudio: Estudios e informes
Materias: Seguridad Vial, planes, internacional
Año de publicación: 2020
Idioma: Español/Inglés

Resumen del estudio:

El presente documento pretende identificar las estrategias o planes relacionados con la seguridad vial para el próximo decenio 2021-2030, tanto por parte de otros países como por diferentes organismos supranacionales, que pueden aportar información de interés para el desarrollo de la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030.

Se han tenido en cuenta, en primer lugar, las estrategias de seguridad vial publicadas por los organismos internacionales a los cuales pertenece España, como las Naciones Unidas y la Unión Europea.

También se han considerado las propuestas de objetivos y estrategias de seguridad vial realizadas por otros organismos internacionales, públicos o privados, tales como el Banco Mundial (a través de su iniciativa GRA), OCDE/ITF/IRTAD, ETSC, ERSO, FERSI, FIA, etc.

En total se han analizado 55 documentos elaborados por 21 organismos internacionales, siendo los aspectos más destacados de los mismos:

  • La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera plenamente vigentes las propuestas del Decenio de Acción de la Seguridad Vial (ONU, 2011) y su ejecución por medio de los Cinco Pilares de la seguridad vial. En 2015 la ONU dio un paso más al incluir en la Agenda 2030 la Seguridad Vial como uno de los principales problemas de salud pública y de desarrollo a los que hacer frente mediante los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El compromiso de los Estados Miembros con esta visión se concretó en la Declaración de Estocolmo, con motivo de la 3ª Conferencia Global Ministerial sobre Seguridad Vial, celebrada en Estocolmo en febrero de 2020.
  • Este compromiso de la ONU se ha actualizado en el proyecto de resolución “Mejorando la seguridad vial en el mundo”, del 18 de agosto de 2020, que propone proclamar el periodo 2021-2030 como Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, con el objetivo de reducir en un 50% las muertes y lesiones graves por accidente durante este periodo; y actualizar en este mismo sentido el compromiso de la Meta 3.6 de los ODS.
  • También los Estados Miembros de la Unión Europea (UE) reconocieron en la Declaración de la Valeta de 2017 la vigencia los esfuerzos en la mejora de la Seguridad Vial realizados durante la década 2011-2020, y se comprometieron a darles continuidad con el objetivo final de la Visión Cero para el año 2050, pero con metas alcanzables durante el decenio 2021-2030, siendo el principal objetivo para 2030 la reducción a la mitad del número de fallecidos y heridos graves en accidentes de tráfico. Los trabajos de la Comisión Europea para definir una Estrategia Europea de seguridad vial para la próxima década se han concretado en el documento: Marco de la política de la Unión Europea en materia de seguridad vial para 2021-2030. Próximos pasos hacia la “Visión Cero”.
  • La adopción de la Visión Cero ya es prácticamente unánime, no sólo en los documentos de ONU/OMS o de la UE. Este es uno de los puntos más claros de la visión que plantean todas las políticas de seguridad vial para el próximo decenio analizadas: ninguna víctima del transporte o la movilidad es aceptable, y los logros intermedios de reducción del número de muertos o heridos en el tráfico no se deben considerar como objetivos en sí mismos, sino sólo como hitos en el camino hacia el logro del objetivo final: cero víctimas.
  • En cuanto los enfoques, también están cada vez más extendidos tanto el “Sistema Seguro” (unánime en los países europeos) como los “Cinco Pilares” de la OMS. De hecho, en los documentos de ONU/OMS de la 3ª Conferencia Global Ministerial sobre Seguridad Vial se mencionan ambos enfoques como compatibles y complementarios: Propone una visión para la evolución de la seguridad vial sobre la base de una implementación ampliada de los cinco pilares, la adopción de los principios de Sistema seguro y la integración de la seguridad vial entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
  • Otro elemento que surge en los últimos años como clave para la mejora de la seguridad vial es de la tecnología aplicada a los vehículos y a las vías, como medio para reducir la accidentalidad por “causas humanas” (distracciones, exceso de velocidad, consumo de alcohol o drogas, etc.) cuya tendencia descendente ha sufrido en los últimos años un estancamiento, y en algunos colectivos de usuarios un repunte. Esto supone a corto plazo la plena implantación de los sistemas ADAS, a medio plazo la conectividad entre vehículos y vías, y a largo plazo la tendencia hacia la conducción automatizada.

En cuanto a los planes y estrategias de diferentes países orientadas hacia el próximo decenio, el enfoque de “Sistema Seguro” sigue presente en los países europeos y Australia; pero también aparece asumido cada vez por más países de otros ámbitos. También son cada vez más los países que adoptan el enfoque de los “Cinco Pilares” de la OMS como medio para reducir su siniestralidad.

Del análisis de estos documentos, se concluye que los desafíos para la seguridad vial a los que hacer frente en los próximos años serán:

  • Involucrar realmente a todos los ciudadanos en la seguridad vial, como uno de los componentes esenciales del enfoque de Sistema Seguro; posiblemente en el que menos se ha llegado a profundizar durante el decenio que termina, en comparación con los importantes avances conseguidos en los otros cuatro componentes.
  • El cambio demográfico, que se concreta, especialmente en Europa, en un envejecimiento de la población. Esto plantea el desafío de atender de forma segura a las necesidades de movilidad de la creciente población de edad avanzada. Este objetivo ya estaba presente en muchas de las estrategias del decenio actual, pero su magnitud crece con el tiempo.
  • La integración de forma segura en el tráfico de nuevas formas de movilidad: micro movilidad urbana (patinetes, bicicletas eléctricas, etc.) y movilidad activa (peatones y ciclistas). La estrategia de los Países Bajos lo denomina: “heterogeneidad en el tráfico”.
  • Atención especial a la seguridad de los usuarios vulnerables de la vía. Este asunto ya estaba plenamente presente en la mayoría de las estrategias del decenio actual, pero crece en importancia de cara al futuro, entre otras cosas por los dos aspectos anteriores.
  • Integración de avances tecnológicos que redunden en beneficio de la seguridad vial, tanto en las infraestructuras y sistemas de vigilancia y gestión de tráfico (conectividad). como en los vehículos (ADAS, conectividad, ITS, conducción automática, propulsión eléctrica, etc.). En este apartado, la principal preocupación es integrar adecuadamente la tecnología garantizando que no se creen nuevos riesgos para la seguridad.
  • Y otros aspectos concretos que ya estaban presentes en la mayoría de las estrategias del actual decenio 2011-2020, pero que siguen siendo problemas acuciantes de seguridad:
    • Seguridad vial en las carreteras convencionales.
    • Excesos de velocidad.
    • Accidentes provocados por distracciones, especialmente por dispositivos electrónicos.
    • Conducción bajo los efectos del alcohol y otras drogas, especialmente en el caso de infractores reincidentes.

Documentación

  • Políticas internacionales de seguridad vial para el 2021-2030 ( pdf   3,25 MB )

  • Políticas internacionales de seguridad vial para el 2021-2030. Resumen Ejecutivo. ( pdf   ES   1,5 MB )

  • Políticas internacionales de seguridad vial para el 2021-2030. Resumen Ejecutivo. ( pdf   EN   619,22 KB )