Tres de cada cuatro accidentes mortales se producen en carreteras convencionales, donde la velocidad es la peor compañera.
Un tercio de los fallecidos en el verano de 2018 fueron motoristas, peatones o ciclistas, los más frágiles en el asfalto.
El alcohol es el principal causante de los delitos contra la seguridad vial, más de 56.000 condenas judiciales en 2018. El 24% de los conductores fallecidos dio positivo al hacer la autopsia. Y más de 70.000 dieron positivo en los controles en carretera.
Desde 2016, las distracciones son la primera causa de accidentes mortales. En 2018, fue el origen del 32% de estos accidentes.