Circular con un remolque enganchado requiere cierta práctica y ser cuidadoso al volante. Porque hacia delante todo es relativamente fácil, pero la conducción puede complicarse cuando hay que hacer ciertas maniobras ‘tirando’ de un remolque, especialmente si es pesado o voluminoso, o ambos.
“Con un remolque todo lo que hagamos mal se multiplica y puede tener consecuencias más graves”, señala Juan Ignacio Serena, jefe de Sección del Área de Formación de Conductores de la DGT. “Este tipo de vehículos se conduce mirando más hacia atrás que hacia delante. Si en algún momento te ‘olvidas’ de que lo llevas puedes tener problemas por sus dimensiones y por su masa”. Así, es fundamental adaptar la conducción a las condiciones del remolque que arrastremos: las características del vehículo tractor, las dimensiones y el peso del remolque, la velocidad de circulación o las condiciones atmosféricas son factores a considerar, pues afectan directamente a la estabilidad y la seguridad en la circulación del conjunto. Estas son las principales precauciones a tener en cuenta cuando enganchamos un remolque a nuestro coche.