La adaptación de un manual del permiso B la llevó a cabo la editorial Etrasa, que en cuanto se puso manos a la obra descubrió que este no iba a ser un proyecto como los demás. “Estamos acostumbrados a hacer manuales y la lucha siempre es que tengan el mejor diseño en el menor número de páginas posible. Pero muy pronto nos dimos cuenta de que en este caso íbamos a superar las 400. Supuso un reto, había que cumplir en tiempo y forma y conseguir un manual que potenciara el aprendizaje de estos alumnos, pero creo que al final lo conseguimos e incluso pudimos incluir innovaciones, como la adición de vídeos a través de códigos QR”, explica Manuel Nogales, director de Desarrollo de Etrasa.
Transformar un manual al uso en otro adaptado a Lectura Fácil rompe con la forma habitual de trabajar en edición, comenzando por el propio flujo de trabajo. Para cumplir con la norma UNE, la editorial tuvo que buscar un equipo de asesoramiento y validación externo que encontró en la Associació Lectura Fàcil. “Esta publicación era una reivindicación que nos hacían llegar las personas con discapacidad desde hacía mucho tiempo. En nuestra asociación adaptamos una gran variedad de documentos y este es uno de los que nos solicitaban año tras año. Podríamos habernos lanzado nosotros, pero necesitábamos a la DGT porque posee toda la complejidad que puede tener un texto, por la rigurosidad y la extensión”, asegura Laia Vidal, responsable de proyectos de la Associació Lectura Fàcil.
La combinación del esfuerzo de todos los participantes, incluidos los tres validadores con discapacidad que desde la Associació Lectura Fàcil chequeaban que el documento cumplía su objetivo y que era 100% comprensible, dio forma una a una a las páginas de este manual para el permiso B tan distinto a todos los demás.
“La Lectura Fácil tiene unas normas muy concretas que se deben tener en cuenta a la hora de hacer cada página y que afecta a la longitud de las líneas, el tamaño del texto, los márgenes, los espacios, el lugar donde deben ir colocadas las imágenes, el tipo de foto... no son cosas a las que estamos acostumbrados. Pero me alegro de haber podido participar en un proyecto con el que hemos abierto una ventana a un colectivo de gente muy grande”, resume Marta García Navarro, del Departamento de Diseño y Maquetación de Etrasa.
Ampliar el proyecto
Paralelamente a la labor de edición, en 2023 se inició la adaptación a Lectura Fácil de una parte importante de las preguntas del examen teórico del permiso B, 4.500 en total. El objetivo era conseguir que estuviesen disponibles para poder realizar esta prueba de forma adaptada en un periodo de dos años. Pero ACCEDES, la empresa que llevó a cabo esa adaptación avanzó a tan buen ritmo que, en septiembre de 2024, un año antes de lo previsto, ya se pudieron poner en marcha los primeros exámenes de este tipo en las aulas informatizadas de la DGT.
Gracias a este esfuerzo, desde el 26 de septiembre de 2024 y hasta el 31 de enero de 2025 ya se han realizado 1.663 exámenes de este tipo en los cuales 403 personas fueron declaradas aptas. “Esto quiere decir que no es un examen fácil, sino que es un examen en Lectura Fácil. La prueba es igual de difícil que la del resto de aspirantes, la diferencia es que gracias a este sistema las personas que hasta ahora tenían problemas de comprensión entienden lo que se les pregunta”, explica Miguel Ángel Redondo.
Para las asociaciones, es muy importante que se continúe con estas iniciativas de fomento de la accesibilidad y que no sólo se adapten nuevos manuales y exámenes de otros tipos de permisos, sino que esas adaptaciones lleguen a la sede electrónica de los organismos públicos y a los propios trámites. Aunque de momento lo que ya se ha hecho ha tenido sus frutos: “Uno de los chicos que hizo la validación del manual, aprobó el teórico y ahora está intentado sacarse el práctico. Es el mejor control de calidad que existe”, resume Laia Vidal.