Los carriles que “premian” a los vehículos que circulan con más de un ocupante nacieron en Estados Unidos en los años 70 cuando se pusieron en marcha los primeros Bus Rapid Transit, líneas de autobuses exprés que tenían la ventaja de circular por vías exclusivas.
Esta idea de reservar un carril a los vehículos que transportan más personas hasta el centro de la ciudad no se empezó a aplicar en Francia hasta 2020, pero desde marzo de este año podemos afirmar que es el modelo por el que está apostando. El mejor ejemplo es que su gran metrópoli, París, ha decidido destinar el carril izquierdo de casi toda su vía de circunvalación (boulevard périphérique) a aquellos conductores que no viajan solos. Con este cambio de movilidad, que sólo se aplica durante las horas punta de los días laborales, los parisinos que compartan coche o usen el transporte público gastarán menos tiempo en sus desplazamientos al trabajo que aquellos que intentan llegar solos en su vehículo particular. Una pequeña gran revolución que se ha adoptado tras comprobar sus ventajas durante los Juegos Olímpicos del pasado agosto: es el mismo sistema que se empleó para desplazar por toda la urbe a los atletas olímpicos.