Los triángulos de preseñalización se implantaron en 1999 y supusieron un avance para la seguridad vial, ya que avisaban al resto de conductores de la presencia de un vehículo inmovilizado.
Sin embargo, los estudios realizados sobre peatones fallecidos en vías interurbanas en estas dos últimas décadas advierten del peligro que supone salir del vehículo para coger los triángulos del maletero y transitar por la calzada. Pensemos que ir a colocarlos a la distancia adecuada y volver a la zona del vehículo supone recorrer 100 metros en situación de gran vulnerabilidad.
Desde 2023 se está realizando una transición en la que los triángulos y la baliza V16 conviven como dispositivos de señalización aceptados. Desde el 1 de julio de 2023 los triángulos ya no son obligatorios en autopistas y autovías, aunque sí en vías convencionales. Esta transición finaliza el próximo 1 de enero, cuando la V16 conectada será el único dispositivo permitido.

