La Educación Vial para una movilidad segura requiere entornos accesibles para todos y todas. Las personas con algún tipo de discapacidad o con movilidad reducida posiblemente van a precisar de recursos, herramientas y ayudas que faciliten sus desplazamientos, que favorezcan su autonomía y que posibiliten una mejor calidad de vida y acceso a la comunidad. Mejorar, por tanto, su seguridad vial es uno de los objetivos que se tiene muy presente a través de una herramienta preventiva como es la Educación Vial.
Para ello se desarrollan acciones, programas, actividades y recursos que pretenden ser facilitadores de esta acción preventiva. En el contexto formal o educativo la educación vial se integra como contenido transversal a través de las áreas que conforman el currículo escolar de los centros ordinarios o en centros de educación especial y ocupacionales a través de Programas de Habilidades Sociales o en los ámbitos de: Autonomía personal en la vida diaria (Bienestar y Cuidado de uno mismo, autonomía en el hogar), Integración Social y Comunitaria (Ocio y Tiempo Libre, Desplazamientos, Transporte y Comunicaciones, Utilización de los equipamientos).
Pero también, se hace necesario el diseñar recursos que den a conocer las necesidades concretas de las personas con discapacidad y que sirvan para que el resto de usuarios, puedan dar una respuesta en determinadas situaciones que en la vida diaria se puedan dar.