La situación es bien conocida por muchos conductores cuando, circulando por una autovía o autopista, se ven atrapados en un atasco. Una ambulancia con las señales de emergencia encendidas avanza entre coches que se abren hacia ambos lados para facilitarle el acceso hasta el accidente que causa la retención. Este es el comportamiento habitual en situaciones con vehículos prioritarios que, como establecen las normas, tienen preferencia sobre los demás.
No obstante, la próxima reforma del Reglamento General de Circulación (RGC) -prevista para 2026- detallará cómo se debe actuar en este tipo de emergencias. Concretamente, el artículo 32 establecerá la “obligación de abrirse hacia los lados” en autopistas y autovías para todos los vehículos que circulen muy despacio (al paso de peatones) o se encuentren detenidos a causa de una retención. Esta regulación de los llamados “Carriles de Emergencia” para ambulancias, policía y bomberos en servicio de urgencia es una medida que ya se aplica en una docena de países europeos, entre ellos Austria, Polonia y Alemania, este último pionero en los años 70.