Con 93,8 millones de visitantes extranjeros en 2024, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España es el segundo país que más turismo internacional recibe del mundo. Pero, ¿qué impacto tiene eso en el tráfico y en la seguridad vial? Algo más del 15% (14,2 millones) de todos los turistas que llegan a nuestro país lo hace por carretera, según el INE. A eso habría que sumar la cantidad de extranjeros que entran a través de otros medios y que, una vez en España, alquilan un vehículo. Según la consultora DBK, en 2023 la facturación de las alquiladoras en España procedente del turismo internacional fue de 930 millones de euros, casi el doble que la del turismo nacional, sobre un parque de vehículos de alquiler superior a las 600.000 unidades.
La paradoja es que, pese a encontrarnos en un mundo globalizado e interconectado, no es fácil determinar el impacto de esa ‘invasión’ de visitantes sobre el asfalto. Si nos ceñimos al origen de los vehículos, hay que tener en cuenta que no todos los que circulan por España con matrícula foránea están ocupados por turistas, algunos son coches importados y no rematriculados aquí, pese a que es obligatorio hacerlo en un plazo de 30 días (60 días si hay traslado de domicilio). Si nos referimos a conductores, no todos los extranjeros no residentes que circulan por España son visitantes. Por ejemplo, hay inmigrantes en situación irregular (o en proceso de obtener la residencia) que lo hacen.
Teniendo en cuenta lo anterior, y en lo que respecta a la siniestralidad vial, en 2023, según el Observatorio Nacional de la Seguridad Vial, 1.134 personas conductoras con residencia fuera de España estuvieron involucradas en un siniestro vial con víctimas (excluidos País Vasco y Cataluña). Ese dato representa el 2,6% del total de conductores presentes en accidentes con víctimas.