El pasado 25 de marzo la Comisión Europea alcanzó un acuerdo provisional entre el Parlamento Europeo y el Consejo para modernizar la normativa de la Unión Europea (UE) sobre los permisos de conducción. Esta directiva persigue mejorar las cifras de siniestralidad, pero también disminuir las cargas administrativas que afrontan los ciudadanos de los países miembros de la UE. Para conseguir este objetivo se quiere introducir, por ejemplo, un permiso de conducción digital, que estaría disponible en el teléfono móvil. Este documento se expedirá en la Cartera de Identidad Digital (wallet) de la UE y la idea es que sea válido en todos los países miembros sin necesidad de que el conductor tenga que hacer ningún procedimiento administrativo extra. Una innovación, la de llevar el permiso de conducir en el móvil, en la que España fue pionera hace ya cinco años gracias a la aplicación miDGT.
Cuando nació en 2020 la app de la Dirección General de Tráfico se presentó bajo la premisa de que los móviles se convertirían en los nuevos permisos de conducir. Ahora es la UE quien quiere implementar este mismo sistema y contempla que en un futuro cercano, tras un periodo de transición, los carnés de conducir digitales serán la norma para moverse entre los estados miembros.