Las tecnologías inteligentes aplicadas al transporte (ITS, en su acrónimo en inglés) permiten a día de hoy unas vías más seguras, eficientes y sostenibles. Esto es posible gracias a la gran cantidad de información sobre el estado de las carreteras, la situación del tráfico y tener controlados posibles eventualidades que estas tecnologías proveen, repercutiendo positivamente en los siguientes aspectos:
- Eficiencia del transporte
- Seguridad vial
- Ciudadanos mejor informados
Pero estamos asistiendo a una revolución tecnológica sin precedentes, impulsada por la telefonía móvil 5G, que promete un fuerte impacto en la seguridad vial impulsando las tecnologías ITS más allá de lo imaginable.
En un futuro no muy lejano, los coches se comunicarán entre sí. También podrán interactuar con los elementos de la vía como los dispositivos que recogen datos de movilidad urbana o del seguimiento del tráfico en tiempo real y con otros usuarios y servicios de la vía, como parkings inteligentes, ambulancias o grúas y el resultado será que podremos reducir hasta el 80% de los accidentes de tráfico. Pero no solo eso. También se podrá evitar atascos, coordinar a los vehículos para que atraviesen una ciudad sin semáforos y sin colisionar vehículos autónomos a demanda, etc.