Consideraciones a tener en cuenta a la hora de comprarte un casco
Cuando tengas que comprarte un casco, valora bien tu elección y no menosprecies la calidad. Debes ser consciente de que este elemento de seguridad protegerá una parte fundamental y muy sensible de tu cuerpo como es la cabeza. La elección entre los diversos modelos de casco dependerá del tipo de trayecto que hagas habitualmente y de las circunstancias de la conducción. Un casco abierto es más cómodo y más fresco en verano, pero deja la cara expuesta a los golpes y algunos modelos no protegen adecuadamente la nuca. Además, la mayoría de los cascos abiertos no ofrecen protección para los ojos, algo también muy importante para un conductor.
Para circular por carretera es más recomendable el uso de un modelo integral de calidad, que protege la barbilla, la parte inferior de la cara y la mandíbula.
La elección del material en que esté fabricado el casco queda a criterio del comprador. Los hay de fibra de vidrio, preferibles a los de resina termoplástica o policarbonato, porque protegen mucho más en caso de impacto, aunque son ligeramente más pesados.
Es muy importante tener en cuenta que los cascos de policarbonato caducan a los dos años de su fabricación y, por tanto, pasado ese tiempo hay que cambiarlos porque pierden sus propiedades y dejan de ser seguros.
Es preferible un casco con colores claros o brillantes para que los demás usuarios de las vías puedan verte. Un casco debe ser visible tanto de día como de noche. No debes pintarlos después de comprarlo, ni poner adhesivos, pues los materiales del casco pueden perder sus propiedades.