La velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos, por lo que se controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción. También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores, adoptando todo el protocolo sanitario.
Desde 2013, todos los autobuses nuevos de la UE deben contar con un sistema de frenado de emergencia que se active automáticamente cuando detecta la posibilidad de una colisión.
Asimismo, el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos. En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.
Debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Actualmente más del 60% de este tipo de vehículos ya lo tienen incorporado.